Al ritmo del reggae y el cayipso
Arenas blancas, aguas transparentes, clima tropical; los encantos del Caribe se unen con la magia del baile de los ritmos africanos, la alegría de sus gentes y los paraísos de los submarinistas, en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
La comida típica está relacionada con el consumo de los productos del mar. Así se pueden degustar los caracoles al ajillo o fritos, que es el plato tradicional de la zona. También se preparan las langostas a la parrilla, en ensaladas o al jengibre y acompañadas de cebolletas. El filete de tortuga es una de las comidas que más conquistan a los visitantes, así como el mero cordon bleu y todo tipo de pescados en diversos tipos de presentación. Merece la pena paladear el filete de barbo de mar y el pato con verduras salteadas con mostaza.
Los pobladores son excelentes fabricantes de tejidos pintados a mano y alfombras también de fabricación manual. Los artistas locales son excelentes pintores y sus muestras se pueden apreciar no sólo en las tiendas comerciales, sino también en las galerías callejeras.