INDIA Y EL HIMALAYA - SRI LANKA
Sri Lanka cuenta con una amplia oferta de entretenimiento para disfrutar durante el tiempo de ocio.
Al ser una isla, las playas son uno de los lugares más gratificantes para los amantes del mar y el sol. Arenas finas y aguas transparentes que también hacen las delicias de los buceadores y submarinistas. Los arrecifes de coral, llenos de vida, ofrecen un espectáculo maravilloso de peces de colores de las más variadas clases, pudiendo incluso ver tiburones grises. También se puede pasear en barcos con suelo de cristal, que permiten disfrutar de una espléndida visión mientras se navega.
En la capital, Colombo, se encuentran varios clubes que proporcionan lo necesario para practicar diversas actividades acuáticas como windsurf, surf o esquí acuático. También es posible alquilar un yate y navegar por cuenta propia. La capital cuenta con un excelente campo de golf y varios centros en los que se pueden aprender artes marciales.
Si usted prefiere algo más relajado, en Sri Lanka se puede aprender yoga o bien, asistir a cursos de meditación budista vipassana. Otra posibilidad es visitar una exposición en una galería de arte o un museo.
En las principales ciudades se puede asistir a diversos espectáculos como teatro con representaciones típicas cingalesas, a eventos de danzas y músicas populares o asistir a los 'night-clubs' donde se puede beber una copa y bailar.
Sri Lanka cuenta con numerosas fiestas y festivales que tienen principalmente un motivo religioso. No por ello son menos animadas, las calles se visten de color y los habitantes de las poblaciones lucen sus mejores galas, mientras la música suena por doquier.
En enero se honra al dios Sol en el Thai Ponga. La primera procesión multitudinaria tiene lugar durante el Festival Duruthu en donde se conmemora la visita que Buda hizo a Kelaniya.
En Vesak, durante el día de luna llena, en mayo, se rememora el nacimiento y la muerte de Buda. Las casas y las calles se iluminan con lámparas de papel ofreciendo un bonito espectáculo al atardecer.
En junio tiene lugar el Poson, festival en el que se agradece la entrada del budismo en el país. Numeroso peregrinos se dirigen a los templos de Mihintale y Anuradhapura y las calles se adornan e iluminan.
Julio y agosto son los meses en los que tienen lugar los principales festivales en Sri Lanka: en Kandy, durante los días de luna llena, se conmemora el Esala Perahera, el más famoso y también el más animado, sobre todo en la última noche. Las calles de la ciudad se inundan de peregrinos que se encaminan en procesión hasta el Templo del Diente de Buda, donde se guarda esa reliquia del dios. Desde cuatro santuarios salen las divinidades principales de Kandy, acompañados por más de cien elefantes hermosamente engalanados, mientras músicos, acróbatas y danzantes con tocados de plata, pendientes, cinturones y pectorales con joyas siguen el ritmo insistente y rápido de la música con movimientos muy estudiados. Un elefante de gran tamaño porta solo el cofre en el que se guarda el Diente de Buda, ya que el diente jamás abandona el santuario.
Resulta muy interesante la Peregrinación de Skanda en Kataragama. Fieles de todas las creencias sufren con gusto penitencias verdaderamente crueles para conseguir el favor de Skanda, el destructor de los obstáculos para el que no existen imposibles. Se pueden ver personas que atraviesan distintas partes de su cuerpo, sobre todo la lengua, con objetos punzantes, prenden fuego a su boca con pastillas de alcanfor, danzan con garfios en la espalda y cuerdas en las piernas o caminan sobre brasas al rojo vivo, llegando incluso a lanzar petróleo para atravesar las llamaradas. Este espectáculo religioso tiene lugar las dos semanas de julio precedentes a la luna llena.
El 15 de agosto es el Festival de Madhu donde se festeja, por los cristianos, a la Virgen María.
En octubre-noviembre se celebra el festival de las luces, Deepavali.
El Día de Sangamitta se conmemora durante la luna llena de diciembre. Se cree que en esas fechas la princesa Sangamitta llegó a la isla con el esqueje del Árbol de la Iluminación, procedente de la India.
De abril a diciembre miles de peregrinos ascienden al Pico Adam para honrar la huella del pie de Buda. Cuenta la leyenda que Adán y Eva se refugiaron en la cima de esta montaña de 2.600 m. de altura tras ser expulsados del paraíso. La ascensión se realiza de noche para llegar al pico al amanecer.
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