SURESTE ASIÁTICO - CAMBOYA
Pasar al menos una hora en el templo Ta Prohm. Uno de los pocos monumentos de Angkor que se han dejado casi tal y como se redescubrieron en el siglo XIX.
Los muros y pilares del Ta Prohm, construido en el siglo XII, se ven casi estrangulados por las raíces de los árboles y sus larguísimos pasadizos están interrumpidos en muchos tramos por grandes bloques de piedra desprendidos del techo. La fuerza de la Naturaleza se funde aquí con la inspiración de los arquitectos jemeres para lograr un lugar único en la Tierra.
Una copa o una cena en el Foreign Correspondent's Club. El club de los corresponsales de prensa extranjeros de Phnom Penh es también un bar y restaurante ubicado en una terraza sobre el río Tonlé Sap y uno de los locales con más encanto del país para cenar o beberse un gin-tonic rodeado de fotos de los sucesos más impresionantes de la historia reciente de Camboya.
Una excursión a Tonlé Bati. A 35 kilómetros de la capital, en Tonlé Bati se erige un templo de la misma época y estilo que los de Angkor, aunque de reducidas dimensiones y con algunas huellas del daño producido por los Jemeres Rojos, que establecieron aquí un acuartelamiento. Lo mejor es venirse en un mototaxi de confianza. El lugar es muy poco visitado por los turistas.
Una salida nocturna por los bares de Phnom Penh. Con cierta precaución y en un mototaxi con el que se haya contactado previamente a la puerta del hotel, hay que darse una vuelta por los bares y discotecas de la capital, algunos con un ambientazo. El Heart of Darkness o la discoteca Martini son un par de direcciones vibrantes.
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